Fallos habituales de peluquería
enero 03, 2013
La
importancia de realizar un buen cuidado del manto desde el primer
momento es radical. De una técnica de cepillado correcta, un cepillo
suficientemente suave, una carda flexible, productos adecuados, y
paciencia a raudales, depende que la tarea del acicalamiento llegue a
buen puerto.
Cuando se ve un perro sucio, sin peinar, lleno de nudos,
es habitual que los dueños del mismo aseguren que su animal odia los
peinados e incluso muerde, lo cual justifica cómo se encuentra y que
lleguen a cortar el pelo al mínimo posible. No hay duda de que si alguna vez
intentaron peinarlo, lo debieron hacer fallando en alguno de los
pasos:
- el primero suele ser intentar cepillar de mala manera los
nudos, lo que inmediatamente provoca que el animalito se queje y
llore, e intente huir. ¿Cómo evitarlo? Hay que hacer movimientos cortos, sujetando el pelo con la mano desde la raíz para que el tirón no se haga directamente sobre la piel, y cepillar y quitar los nudos empezando por las puntas.
-el segundo pasa por no usar buenos peines,
adecuados al pelo y suficientemente blandos como para no pegar
tirones. Piensa que la dureza de todos los cepillos no es lo mismo, y que no sirve para lo mismo, un peine, que un cepillo de púa, que una carda. Aquí descubrirás los peines que yo recomiendo.
-el tercero es no tener paciencia. Como dice el refrán, la paciencia es la madre de todas las ciencias.
-pero el más importante es
no dedicar las debidas atenciones a sus animales, puesto que ninguno
de estos problemas debe aparecer si no se abandona literalmente al
animal, dejándolo a su suerte, y pensando que con un baño
desaparecen los problemas, cuando realmente lo que ocurre es que se
agravan.
A continuación voy a intentar resumir lo que he aprendido
en todos estos años de cuidados hacia mis perros, todos ellos son
aplicables a un animal de compañía, y son básicos para un perro de
exposición.
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